Profesora: Silvia Alderoqui / AR
Modalidad: Virtual / 6 semanas
Fecha: 24 de mayo al 4 de julio
Es curioso constatar que pocos museos tienen políticas educativas elaboradas. Producir una política educativa de museo, formulada en función de los públicos, supone pensar en sus derechos, y plantear estrategias acerca de cómo la curaduría, la museografía, el diseño y la conservación, entre otras actividades, contribuyen y pueden desarrollar prácticas educativas.
De lo que se trata es de alcanzar una mayor comprensión acerca de la responsabilidad educativa en los museos, el enriquecimiento y ampliación de las dimensiones de experiencias de los visitantes, y generar un clima de entusiasmo positivo acerca de que el diálogo entre los conservadores/curadores/científicos y los educadores puede tener excelentes resultados para los visitantes.
La propuesta consiste en recorrer diversos aspectos que constituyen la política educativa del museo y aportar criterios para su redacción y producción. Para esto es deseable que el estudiante establezca algún tipo de relación con el equipo de educadores de un museo.
Directores, educadores, diseñadores de proyectos educativos, gestores de acción cultural en espacios patrimoniales, coordinadores de guías o mediadores.
Semana I: Política Educativa: estructuras para la acción
La política educativa es única para cada museo. Es una declaración de principios, un componente clave de un plan estratégico avalado por todos los que trabajan en la institución. Se expresa tanto en su museografía, sus programas para visitantes, su arquitectura, y equipamiento. También en el cuidado de sus servicios, filosofía administrativa, etc.
Semana II: Curaduría Educativa: espacios de conservación
En la política educativa de un museo es necesario postular la importancia del concepto de curaduría educativa que refiere a la educación considerada como una voz más en los equipos de desarrollo de las exposiciones. Pero no alcanza con reconocer su especificidad es necesario ponerla en conversación con las figuras curatoriales tradicionales.
Semana III: Práctica Reflexiva: territorios de colaboración
La política educativa explica la concepción educativa que se sostiene en el museo y promueve la práctica reflexiva como estrategia de trabajo de los educadores del museo. Es un método de aprendizaje de investigación-acción, basado en la colaboración, la cooperación y el diálogo para crear comunidad de aprendizaje y facilitar la toma de decisiones.
Semana IV: Visitantes Hacedores: actores con derechos
Es deseable considerar a los visitantes como elemento constitutivo de la definición del museo. La política educativa debe incluir el compromiso de realizar consultas frecuentes con los públicos, relevar sus voces por medio de dispositivos participativos y prototipos, realizar la recolección, investigación y edición de las voces y acciones de los públicos en las exposiciones.
Semana V: Diálogo Comunitario: participación y representación
Uno de los aspectos cruciales de la política educativa de un museo tiene que ver con los esfuerzos dedicados para la relación de cada museo con todas las comunidades y cómo se expresan en la programación, actividades y en la exposición misma. Los diálogos más exitosos están vinculados con la resolución de problemas concretos.
Semana V: Nueva definición de Museo y manifiesto educativo
Producir una definición de museo que incluya a los visitantes, no como destinatarios, sino como actores activos; y un manifiesto educativo deseable de 10 puntos, acerca del papel educador de un museo específico que refleje el compromiso de toda la institución.
El costo del taller es de USD 200 dólares, por el cual obtiene(*):
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